martes, 22 de septiembre de 2009

Harry Potter and the Half-Blood Prince

La grandeza inspira envidia, la envidia engendra rencor y el rencor genera mentiras, dijo nuestro maestro Lord Voldemort.
Después de correr como desesperado a comprar el libro apenas salió, y de asistir al estreno de "Harry Potter y el misterio del príncipe", lo siguiente en tu lista de actividades muggle debería ser el videojuego. Lo sabes. Convertirte tú mismo en el gran Harry y andar de aventuras con tus amigos Ron y Hermione. ¿Acaso no quieres patear el gordo trasero de Dudley una vez más?


Para tan especial propósito tienes como opción comprar el videojuego basado en la sexta novela de la autora británica J. K. Rowling, que tendrá versiones para todos los sistemas, algunas de las cuales ya están disponibles al momento de esta review. Nosotros vimos las versiones de Wii y de PS3; pero este mismo mes de junio ya encontrarás las de Xbox 360, PS2, PC, Mac, y también versiones especiales para las consolas portátiles PSP y NDS. La pregunta es: ¿Vale la pena que juegues Harry Potter and the Half-Blood Prince?


La respuesta es: Vale la pena si eres un fanático incondicional de Harry Potter y sus amigos. Si NO te gusta la serie, súbete a tu Nimbus 2000 y aléjate a toda velocidad. En primer lugar, si no has leído el libro (o, al menos, si no has visto la película estrenada por estos días), entenderás menos de la mitad de lo que ocurre mientras juegas. En segundo lugar, si el castillo donde funciona el célebre Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería no te conmueve para nada, tampoco lo hará apreciar la belleza con que ha sido recreado en esta versión. Bueno, la verdad esto tampoco te hechizará por completo si ya has jugado Harry Potter and the Order of the Phoenix. El castillo no cambió tanto, después de todo.


Las cosas de mago que debes hacer, además de recrear la historia ya conocida y explorar por todas partes, son esencialmente tres, en forma de minijuegos. En uno debes hacer pociones combinando ingredientes; es muy divertido al principio, pero por desgracia el juego te pide hacer tantas que termina por arruinarse la diversión, pues de vuelve repetitivo.


También están las clásicas partidas de Quidditch, esa especie de baloncesto aéreo donde los jugadores van montados en escobas voladoras. Aquí no hay alegría, no mucha por lo menos. El camino que sigue Harry está prefijado, no hay ataques ni esquives; el mago hace todo prácticamente solo. Una verdadera pena, que sólo tiene explicación si consideras a este juego como un producto infantil. Sin embargo, la calificación de la ESRB lo señala como un juego para personas de diez años o más, para quienes tanta simplificación no ofrece reto alguno.


La tercera actividad mágica de Potter es el duelo de hechizos. Aquí tampoco hay gran diversión, ya que si bien debes esquivar los ataques de tus adversarios y tienes seis poderes para usar, todo se reduce a un sistema de ataque y defensa bastante simple. Pones escudo, reflejas un ataque, lanzas el tuyo. Pones a levitar a tu adversario y lo liquidas con un par de rayos. No hay más.


Harry Potter and the Half-Blood Prince podría haber sido un juego mucho mejor. Como dijimos, sólo lo podría disfrutar un verdadero fanático de la saga, aquel que no se quiere perder nada de nada. Para el resto de los muggles, no tiene magia
gracias http://www.mtvla.com/juegos/reviews/?contentId=1621747

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